Las investigaciones rastrean el origen de los crêpes en la región britántica (Bretaña) del noroeste francés. Un crepe, es simplemente la palabra francesa para un panqueque muy delgado. El término se originó del latín «crispus», que significa una textura plana y casi crujiente. Originalmente, los franceses se referían a ellos como «galletas crujientes» o tortas planas. Al comienzo, ni siquiera tenían relleno, pero en su lugar eran hechas con harina de manteca de trigo y se servían como un pan. En esa época esta harina de trigo estaba disponible y era accesible, mientras que la harina blanca era un lujo reservado para los aristócratas y la realeza. En la actualidad, crêpe se usa tanto para el panqueque como para el relleno.

En el siglo XV, los bretones habían desarrollado galétoires de hierro, planchas planas que se convirtieron en la cocina de la moderna crêpe. Los campesinos de Bretaña inventaron y perfeccionaron el esparcidor de masa y espátula todavía de uso común hoy en día. Cocineros viajantes comenzaron a aparecer en los mercados, con dos galétoires a cuestas, volteando la crêpe a medio cocer en una segunda olla para rellenar y mantener el proceso rápido.

Hasta principios del siglo XX, la harina de trigo refinada era un gran lujo, similar al azúcar y la carne. Cuando la industrialización la hizo menos costosa y más ampliamente disponible, las crêpes estuvieron a disposición de las masas y explotaron en popularidad. Hoy en día se consideran uno de los alimentos de más rápido crecimiento en el mundo.

Hoy unas crêpes rellenas de crema pastelera .

Ingredientes para 10 crêpes.

• 250 gr . Leche entera.
• 1 huevo fresco entero.
• 1 yema de huevo.
• 100 gr . Harina de trigo.
• 60 gr . Mantequilla .
• 60 gr . Azúcar .
• 1 vaina de vainilla.

Para la crema pastelera:

• ½ litro de leche entera.
• 7 yemas de huevo.
• 125 gr. de azúcar.
• 30 gr. de harina.
• 30 gr. de maizena.

Para decorar:

• Fresas frescas.
• Vainas de vainilla.

Procedimiento:

Para las creps:

En un cazo al fuego fundimos la mantequilla y la reservamos.

En un bol ponemos el huevo entero, la yema, el azúcar y por último la harina previamente tamizada, mezclamos todo y a continuación vamos incorporando poco a poco la leche hasta lograr una masa líquida.

Pasamos la mantequilla por un chino para evitar que nos quede los puntos negros que resultan de derretirla en el cazo, y se la añadimos a la masa, cortamos la vaina de vainilla por la mitad, y raspamos el interior que lo añadiremos también. Mezclamos todo bien con una espátula, y la pasamos por un chino para que nos quede con grumos.

Ponemos al fuego una sartén pequeña, de unos 10 cm. de diámetro, la untamos con un poco de mantequilla y cuando esté caliente, con la ayuda de un cucharón vamos echando la masa cubriendo toda la base de la sartén, pero sin pasarnos ya que nos deben quedar unas creps finas. Dejamos que se doren ligeramente por los dos lados, y así sucesivamente hasta que terminemos con toda la masa que tenemos.

Las reservamos en un plato.

Para la crema pastelera:

Mezclamos en un bol las yemas con la harina y la maizena, hervimos la leche en un cazo junto con el azúcar, cuando hierva se vierte en el bol donde tenemos la mezcla anterior, removemos bien y lo ponemos en el cazo al fuego donde coceremos la crema 5 min. a partir de que hierva, removiendo sin parar para que no se pegue. Dejamos enfriar.

Montaje:

Rellenamos las creps con la crema pastelera, y las enrollamos como si fuera un canelón, las espolvoreamos de azúcar y con la ayuda de un soplete de cocina vamos a caramelizarlas, colocamos en los platos y decoramos con las fresas y las vainas de vainilla